¿Qué es Dogfulness?
Dogfulness es un camino que transitamos junto con nuestros perros en el cual aprendemos a ver la vida desde un lugar que casi desconocemos: sin juicios, sin etiquetas, sin ansiedad y sin pensar todo el tiempo en el pasado ni en el futuro. En ese camino, además, los perros nos enseñan como actuar de una manera adecuada ante los hechos cotidianos.
Muchas personas me han dicho: ¡¿Cómo va a ser posible que seres irracionales como son los perros nos enseñen algo a seres racionales como somos nosotros los humanos?!
Sin embargo, muy pocos saben que en realidad los seres humanos no somos seres racionales sino que somos seres emocionales que razonamos. Cada uno de nuestros actos se basa en emociones que luego nuestra mente racional justifica. De racionales puros no tenemos nada. Es por ello que el ser humano, en general, no busca la mejor manera de actuar frente a los hechos que suceden en la vida sino que busca tener razón. Por ejemplo, ¿cuando dialogamos realmente escuchamos a nuestro interlocutor? En general la respuesta es: no; la mayoría de las veces mientras una persona habla, la otra está pensando qué responderle. Algo similar sucede cuando dos personas tienen diferentes posturas e intentan dialogar. ¿Se escuchan? ¿O mientras uno habla sobre su postura lo que hace es defenderla a la vez que la otra persona que intenta escuchar en realidad lo que hace es pensar como imponer la suya?
Otro factor importante y característico de los seres humanos es que habitualmente nuestra mente nos lleva del pasado al futuro y no nos deja disfrutar plenamente del momento presente. Nos pasamos la vida planificando lo que haremos en el futuro mientras nos perdemos el presente. Y más aún: solemos confundir nuestros planes de vida con la vida misma y es así como la mayoría de las veces vivimos ansiosos, preocupados y hasta enojados cuando lo que nosotros queremos que suceda no sucede. Todos en mayor o menor medida lo experimentamos diariamente.
Resumiendo podríamos decir que los seres humanos vemos la realidad con el sesgo que le da nuestra mente y que para la mayoría, tal como dijo John Lennon, la vida es aquello que va sucediendo mientras uno está ocupado haciendo otros planes.
Por el contrario los perros no sólo no se pasan la vida pensando en el futuro (no pueden hacerlo por supuesto) sino que viven 100% en el momento presente y tal cual el mismo acontece. Por eso, en condiciones adecuadas, los perros suelen ser más felices que la mayoría de sus humanos. Por ejemplo: si un perro está en un parque con su humano, juega, olfatea, corre, etc mientras que el humano suele estar pensando en lo que hará cuando salga del parque. Es decir, el ser humano tiene el cuerpo en el parque y la mente en otro lado, habitualmente en preocupaciones o ilusiones.
Dogfulness y Mindfulness
Mindfulness consiste en prestar atención al ambiente, a los pensamientos y emociones, aceptándolos y no juzgando si son correctos o no. El objetivo es ser conscientes de nuestras conductas. Y es en ese momento cuando nos damos cuenta que nuestra mente actúa en lo que se denomina “piloto automático” Podríamos decir que es un tipo de meditación o incluso una técnica que a veces se utiliza como terapia para disminuir la ansiedad y la depresión. De hecho en los últimos años el mindfulness está integrándose a la medicina y psicología de la ciencia occidental.
Si bien los perros no leyeron ni escucharon nada acerca del mindfulness, esa es la manera en la cual viven. Es decir, focalizan la atención en la situación en la que se encuentran y suelen ver las cosas tal y como son. Dicho de otro modo miran con los ojos, escuchan con los oídos sin que su mente opine inmediatamente sobre lo que ven y escuchan.
Por lo contrario, en general, esta no es la forma en que los humanos vamos por la vida. Nosotros no solemos ver las cosas como son sino que las vemos como creemos que son, el denominado “sesgo cognitivo”. Tal es así que habitualmente mientras nuestros ojos miran nuestra mente opina y juzga. Lo que sucede entonces se transforma en secundario, prevaleciendo lo que nosotros opinamos sobre lo que sucede. Lo cual casi nunca es lo que sucede, sino simplemente nuestra opinión sobre ello. Un verdadero laberinto cuyo destino tarde o temprano es la frustración, la desilusión y por lo tanto el sufrimiento.
Dogfulness, una forma de vida
Dogfulness no solo es sólo una técnica, es una forma de vida que nos abre la puerta para funcionar en el mundo y además ser felices. Los perros son excelentes terapeutas * (nota al pie) para nosotros ya que por un lado nos ayudan a salir del pasado y del futuro (ambos sólo existen en nuestra mente) y nos conectan con el presente, que es el momento donde acontece la Vida.
Por otro lado si observamos como actúan podemos aprender mucho de ellos. Por ejemplo, es habitual que las personas vean a un perro actuar con una emoción determinada y luego de terminada la acción perciban que el perro “sigue su vida como si nada hubiera pasado”. ¿Se olvidaron de lo sucedido? No. Para ellos cuando algo termina, simplemente termina y no se quedan “enganchados” con la situación. Los perros pueden cambiar su estado emocional en un instante porque viven en el momento presente. Por el contrario los seres humanos solemos cargar en nuestra mente la mochila del pasado en forma permanente. Y además vivimos preocupados por el futuro en lugar de estar viviendo el momento presente.
La mente humana es una excelente herramienta ya que puede planificar, proyectar y crear. Sin embargo, si nosotros creemos que todos esos planes y proyectos están en la vida real se convierte en una pésima maestra que, invariablemente, tarde o temprano, nos lleva al sufrimiento
Tal vez sea por eso, que dos personajes célebres de la historia se hayan referido a los perros como maestros de sabiduría. Uno fue el filósofo y teólogo francés Pierre Teilhard de Chardin (1881 -1955) que escribió: “El perro sabe, sólo que no sabe que sabe” y el otro el escritor checo Franz Kafka (1883 – 1924) que dijo: “Todo el conocimiento, la totalidad de preguntas y respuestas se encuentran en el perro”
Dogfulness, una novedad en pleno desarrollo
Probablemente hasta la lectura de esta columna muy pocos o ninguno de ustedes haya tenido conocimiento acerca de la existencia del Dogfulness. Esto es así porque es algo muy reciente, tan reciente que la primera disertación en el ámbito científico se produjo en Argentina el 23 de agosto del 2019 en el marco de la 3era. Jornada Internacional de la Sociedad Argentina de Psicoinmunoneurendocrinología (Sapine) bajo el título de “Dogfulness, un perro puede ser un gran maestro para la ansiedad y la depresión”. En el ámbito científico internacional recién se presentó en octubre de 2020 durante el 3er. Ciclo de Conferencias en Etología a distancia organizada por la Universidad Autónoma de México (UNAM). En ambos casos tuve el honor y el placer de ser el disertante.
Fuera del ámbito científico, es decir en el campo popular los primeros datos de la existencia del Dogfulness son también muy recientes. Por una lado la publicación en 2018 de un libro del escritor y periodista italiano Paolo Valentino titulado “El método Dogfulness: un perro nos enseña la alegría de vivir” y por otro, en ese mismo año, los artículos “Dogfulness, la meta es un camino feliz”, “¿Qué es Dogfulness?” y “Dogfulness; una nueva etapa en mi labor con los perros y sus dueños” publicados por el que suscribe esta columna.
Todo esto gracias a la enseñanza recibida por parte de miles de perros! No hay duda que tal como dice el proverbio zen, “Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece”. Esto es así porque aunque no lo sepamos a nivel consciente todo ese conocimiento está dentro de nosotros.
* La palabra “terapeutas” se utiliza en sentido figurado y bajo ningún concepto como sinónimo del término con el que habitualmente se hace referencia a los profesionales del área de la salud mental como son los licenciados en psicología y los médicos psiquiatras.
Dr. Claudio Gerzovich Lis Médico Veterinario Comportamiento animal