Somalí­

Origen y características físicas de la raza de gato somalí

La raza de gato somalí es originaria de Inglaterra como resultado de una mutación de genes de pelo largo introducidos al abisinio a principios del siglo XX. Durante largo tiempo, en algunas camadas de abisinios aparecían gatitos de pelo largo que los criadores descartaban de inmediato. Sin embargo, a partir de 1960 distintos criadores canadienses y la americana Evelyn Mague empezaron a mostrar interés por estos gatitos y a partir de ese momento se denominó a este original linaje somalí, por su semejanza con Somalia, país colindante a Etiopía, del cual se cree que procede el Abisinio.

El gato de raza somalí es un gato de aspecto “salvaje” pero con la estructura elegante de las razas orientales. La raza de gato somalí fue admitida por la Cat Fanciers Association (CFA) en 1977 y aprobada por la Federación Internacional Felina (FIFe) en 1983.

La cabeza del gato de raza somalí es redondeada y se afina en un hocico alargado por lo que termina en forma de cuña. La nariz es medianamente larga; las orejas son anchas grandes, muy puntiagudas y con pelo más largo. Los ojos son grandes, almendrados, de color cobre,  verde o dorado y los párpados son oscuros.

El gato de raza somalí es de tamaño mediano a grande. Los machos pueden pesar hasta siete kilos y las hembras un máximo de 5,5 kg. El cuerpo es robusto, largo y esbelto. El dorso es levemente

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arqueado dando la impresión de que el animal se encuentra siempre a punto de dar un salto.  La cola es larga, fuerte,  en forma de plumero y con pelo compacto.. Las patas son medianamente largas, finas y de osamenta delgada, terminando en pies ovalados y pequeños.

El pelaje es denso, suave y medianamente largo. De todos modos el gato de raza somalí no soporta el frio, y necesita especial atención en este sentido durante el invierno.

Dentro de la raza de gato somalí existen tres variedades: el somalí rojo (red sorrel), manto rojo cobre con salpicaduras marrón (similar al abisinio); el color típico, usual, dorado o salvaje («ruddy»), manto color liebre marrón-naranja manchado de y el somalí azul, punteado azul-gris con franjas de color más oscuro. Algunos criadores están introduciendo otras variedades nuevas.

Las camadas suelen ser de no más de cuatro cachorros los cuales crecen lentamente. Alcanzan su tamaño y el color definitivo de su pelaje entre el año y medio y los dos años de edad aproximadamente.

Particularidades del comportamiento de la raza de gato somalí

En cuanto al comportamiento los gatos de raza somalí suelen ser vivaces e inteligentes conservando la personalidad del abisinio. También suelen ser gatos muy equilibrados pero a su vez bastante activos, juguetones y traviesos. Por tal motivo les gusta la libertad y se vuelven bastante intranquilos si han de vivir dentro de casa. De todos modos  hay que cuidarlos de las temperaturas bajas ya que no se adaptan bien al frío. El somalí no es una raza recomendable para tener en un departamento sobre todo si es pequeño.

El gato de raza somalí no se caracteriza por ser vocalizador, sino que es de voz suave. Necesita tiempo para mostrarse afectuoso hacia sus dueños. Debe estar muy seguro de la confianza y el respeto mutuo y puede ser desconfiado a veces. Algunos individuos de esta raza pueden ser muy tímidos.