En el artículo anterior, Dogfulness: la meta es un camino feliz, quedó pendiente una pregunta: ¿Qué es dogfulness? y un compromiso: responderla. Aquí estoy para hacerlo porque en el mundo dogfulness los compromisos se cumplen o eventualmente se avisa que no se pueden cumplir informando y explicando los motivos y pidiendo las disculpas del caso; no hay otra opción.
En el mundo de la mente las opciones son muchas más. Claro somos seres evolucionados. En el mundo de la mente las opciones pueden ser las mencionadas recién o además: olvidarse del compromiso, poner una excusa si alguien reclama que uno no lo cumplió, negar haberlo asumido y hasta enojarse con quien nos informa que habíamos asumido un compromiso afirmando que es un desubicado. Claro, hay muchas opciones. Eso demuestra la capacidad de nuestra mente. Es decir, transformar las cosas simples en complejas y distorsionar la realidad.
Y así pretendemos ser felices. Increíble pretensión.
¿Qué es Dogfulness?
Para aquellos que conocen el término Mindfulness (cuyo concepto proviene de tiempos de Buda) ya supondrán de qué se puede tratar. Para los que no lo conocen podría decir que el concepto base es el mismo: vivir el momento presente con atención plena. Esa es la forma en la que habitualmente viven los perros. Es decir, ver las cosas tal como son y no como la mente cree que son.
Sin embargo, en general, mientras nuestros ojos miran nuestra mente opina y juzga. Todo eso sucede al mismo tiempo. Lo que sucede entonces se transforma en secundario prevaleciendo lo que nosotros opinamos sobre lo que sucede. Lo cual casi nunca es lo que sucede, sino simplemente nuestra opinión sobre ello. Un verdadero laberinto cuyo destino tarde o temprano es el sufrimiento.
Miren la foto que ilustra este artículo. Después volveré sobre ella.
¿Entonces Dogfulness es Mindfulness con perros?
No. Mindfulness consiste en prestar atención al ambiente, a los pensamientos y emociones, aceptándolos y no juzgando si son correctos o no. Podríamos decir que es un tipo de meditación o incluso una técnica que a veces se utiliza como terapia para disminuir la ansiedad y la depresión. De hecho en los últimos años el mindfulness está integrándose a la medicina y psicología de la ciencia occidental.
Dogfulness es un camino en el cual los perros no sólo nos enseñan lo que
podemos aprender con el mindfulness sino que además nos enseñan como actuar de una manera adecuada. Es decir, dogfulness no solo es una técnica, es una forma de vida que nos abre la puerta para funcionar en el mundo y además ser felices. Parece imposible? Puede ser, pero repito lo que dije en el artículo inicial: en la vida muchas veces nada es lo que parece.
Y antes de terminar, vuelvo a la foto que ilustra este artículo. Seguramente la vieron, la miraron. pensaron y sintieron algo sobre la misma. Si lo conversamos probablemente surgirán muchas opiniones sobre la foto. Pero simplemente es un perro lleno de barro dentro de un auto. Eso es todo. Las opiniones pueden ser muchas pero los hechos no.
El compromiso para el próximo artículo es contar que tiene que ver esa foto con dogfulness. ¿Lo cumpliré? ¿Mi mente me dejará hacerlo?
Haré lo posible y si no puedo les avisaré. A mi mente la uso como herramienta y no como maestra de vida. Como herramienta creo que es maravillosa, como maestra no tengo duda que es desastrosa. Por eso la utilizo pero no la sigo a todos lados donde va.
Los saludo con afecto
Claudio Gerzovich Lis